Cuentos
Porque la vida no seria vida si no existieran los cuentos, esas historias de mentiritas que siempre nos llena de curiosidad, esos argumentos que siempre nos llenan de intriga y nos revelan cosas que ni siquiera podÃamos imaginar de su existencia, por aquà solo tenemos eso, cuento y nada mas.
Que te parece si me cuentas cuales son los cuentos que mas le creÃas a tu ex, te leo en los comentarios, quien sabe si de ellos podrÃa nacer una nueva historias.
ESTO SE PONDRA BUENO!
Una Buena Artista
¿Quién hubiera creÃdo que yo
fuera tan buena artista? Mira qué lindo quedo todo.
¡Ups! Lo siento, se me olvidó que
no puedes ver, pero no te preocupes, te lo describiré todo.
Comenzaré diciéndote que me encanta el movimiento que tiene su pelo.
La expresión de su rostro como confuso, inocente pero a la vez misterioso. No
te imaginas lo bien que luce ese cordón en su cuello, se ve como si se tratara
de una prenda carÃsima.
Me gusta con
la seguridad que lleva su vida en sus manos, combinada a la perfección con la
razón y como sus labios saborean la victoria. Pero mirando más hacia abajo, se
nota que le falta algo, tal vez nunca tenga hijos, porque por andar buscando
apoderarse de su vida, pisoteo muchas cosas valiosas, pero puede ser que no lo
perciba muy bien, porque sus ojos están inclinados hacia la victoria, rodeado
de un rojo sangre que le da esa oscura profundidad, mientras va salpicando todo
con ese estilo contemporáneo. ¿Te imaginas lo bien que se ve todo?
Pero no sé porque
te lo describo en tercera persona, si a quién estoy describiendo es a ti.
¿Sabes? Se me ha ocurrido una estupenda idea para una nueva escultura, lo malo
es que tú ya estás muerto y tendré que conseguirme a otro novio con quien pueda
realizar mi obra de arte. Aunque aún tengo dudas de lo que esta vez haré con su
sangre.
Lucy Pgrr
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Aquella Carta
El dÃa se me hizo corto, ya no sabÃa cómo
hacer para terminar de arreglarme a tiempo, cuando ya estoy en toalla a punto
de entrar a la ducharme, escucho como tocan la puerta con agresividad e
insistencia, y mientras mi cuerpo volvÃa a cubrirse con la toalla y mi cerebro
le dedicaba unas cuantas maldiciones a quien se atrevÃa a interrumpir mi
apresurada ducha. Al abrir la puerta veo que era un chico de algunos 16 años
con un papel en la mano, al verme envuelta solo con aquella pequeña toalla
que quizás no cubrÃa todo lo que debÃa y las hormonas revueltas de esa edad, el
joven me recorrió con la mirada tan rápido como un relámpago y sus mejilla se
cubrieron con un rojo carmesÃ, me dio un poco de dulzura verle asÃ, pero eso no
quitaba mi deseo de matarle por interrumpir mi ducha y por robarme minutos de
mi tiempo que estaba estratégicamente cronometrado para intentar llegar a
tiempo, siendo un poco brusca le pregunte que deseas y para suavizar mi tono de
voz, dibuje una sonrisa forzada en mi rostro, el chico casi tartamudeando me
dijo, un joven que estaba parado frente aquà me pidió que te diera esto, yo
algo desconfiada le pregunte ¿Cuál joven?. el chico puso cara como de yo
tampoco sé, pero me respondió que un joven de algunos 25 años que estaba parado
frente a la puerta, le pidió que le entregara eso, la verdad el joven casi me
suplico, sentà un poco de pena y por eso le estoy haciendo el favor, pues tenÃa
los ojos rojos y él ceño fruncido, parecÃa que tenÃa miedo de tocar o de verle,
el joven era alto y de cabello negro, algo despeinado, también era delgado o
bueno, parece que se puso asà no hace mucho tiempo, porque se nota que la ropa
empezó a quedarle grande de repente… yo solo le miraba con los ojos bien
abierto, no podÃa ni querÃa creer que el joven que me describÃa aquel chico era
él, y le pregunte que donde se encontraba aquel joven, el me sonrió y me dijo,
se marchó; me pidió que le diera esto después de que él se marchara, asÃ
que se montó en su vehÃculo y antes de marcharse me pidió que le jurara que se
la darÃa… en verdad dude en tocar al igual que él, no sé lo que contiene este
papel, pero estoy cumpliendo mi promesa, por favor señorita, acepte este papel;
no quiero sentirme culpable, le sonreà al chico, tome aquel papel y le di las
gracias, el chico se dio la media vuelta y se fue… yo me quede viéndolo
mientras se marchaba; parada en la puerta del frente de mi casa, envuelta en
una micro toalla y con un papel en la mano que no sabÃa lo que contenÃa y
siguiendo con la mirada a un desconocido chico.
Y mientras
seguÃa al chico, vi a los niños que salÃan de la iglesia muy contentos y
correteando, lo que me hizo reaccionar de lo tarde que era para llegar al
trabajo… fui corriendo al interior de la casa, me quite la toalla
mientras corrÃa al baño y en el trayecto tire el papel sobre la mesita de
noche, me duche tan rápido que ni creo a verme mojado todo el cuerpo, y
mientras me ponÃa el odioso uniforme e intentaba colocarme mis zapatos; era
todo tan rápido que parecÃa que estaba concursando por un millón de dólares a
quien se cambiara más rápido, pinte mis labios como pude, me di el último
vistazo en el espejo y fui por mis llaves sobre la mesita de noche, allà vi el
papel que me dio el joven y de forma fugaz vinieron los recuerdos de hace unos
minutos a mi cerebro, como un recuerdo tangible, tome las llaves y el papel,
salà corriendo de casa y caminaba tan rápido como si estuviera en un maratón y
si perdÃa, perdÃa mi vida, pero la verdad era algo peor… lo que iba a perder
era mi trabajo si llegaba otra vez tarde, el supervisor me lo dejo muy claro
hace dos dÃas atrás… si vuelves a llegar aunque sea un minuto tarde, olvÃdese
de su trabajo señorita, hasta aun escucho su voz ronca y llena de autoridad,
pero lo que más temor me da, es quedarme sin trabajo, sin él me quedarÃa de
patitas en la calle, sin techo donde dormir, sin comida que comer y sin dinero
para pagar mis estudios, ay si es verdad!, que mis sueños de ser abogada se
irÃan al drenaje solito…. Con la lengua afuera llego al metro, paso mi tarjeta
y toda desalineada dejo caer mi cuerpo como puedo sobre uno de esos mugrosos
asiento, con mi mano libre intento ordenar mi cabello y mientras voy arreglando
mi postura para parecer la señorita que se supone que soy, ya bien sentada,
pongo delicadamente mi cartera sobre mis piernas y allà veo aquel papel todo
arrugado y un poco húmedo por el sudor de mis manos, siento como cambia mi
semblante e intento desarrugar el papel con mis manos, después de verlos unos
minutos, respiro profundo y me digo a mi misma, si es algo malo que
tiene este papel, por lo menos estaré rodeada de gentes, aunque sean puros
desconocido; alguna alma buena me ayudarÃa, o eso espero… con las manos algo
temblorosa voy abriendo el papel que estaba bien doblado y para el colmo
arrugado, al ver las letras mi corazón salto, sentà hasta que me iba a
desmayar, intente respirar, porque yo, nada de dar espectáculos en público y me
trague mis emociones; las cuales me quemaron por dentro, al empezar a leer; mis
pupilas se dilataron e intentaba controlar el temblor de mis manos, cada
palabra era como un destello de agonÃa y sufrimiento que debÃa ocultar, sentÃa
como si cada palabra que leÃa con mi mirada, él la susurraba sobre mi oÃdo con
su voz quebrada, y mis ojos ya no podÃa aguantar más aquellas gotas que
suplicaban salir; pero yo no se lo permitirÃa, nada de llorar en público, nada
de darle lastima a desconocidos de mierda, que ni le interesa mi vida, asà que,
al llegar al punto final de aquella carta, tome el papel y lo fui arrugando con
fuerza, como centrado cada una de mis emociones en aquel papel que se
volvÃa una bolita pequeña y algo deformada, me dispuse a respirar profundo,
guarde aquella bola de papel en mi bolso y me desmonte del metro en mi parada,
y camine firme y desesperada a mi lugar de trabajo; la máscara que me cubrÃa el
rostro no mostrarÃa nada de lo que en verdad pasaba dentro.
Lucy Pgrr....................❤❤❤❤❤❤❤....................
Mi dulce y amada vecina
Su
sonrisa aun me parecÃa tierna y me llenaba el corazón de alegrÃa, aunque ahora
también se le sumaba otras emociones no muy lindas, y lo más triste, es que
yo sabÃa que ya no provocarÃa mas aquella sonrisa juguetona en sus
labios, eso labios que bese tantas veces, esos labios que saboree con delirio y
dulzura, con agonÃa y desesperación, no puedo evitar sonreÃrme al recordar
aquel beso escurridizo detrás de nuestras casas; que dulce fue que
ella fuera mi novia, que afortunado fui de que la chica de mis sueños viviera
al lado de mi casa y poder observarla como bobo a través de la ventana de mi
alcoba, cuantas veces observe cuando se tiraba en el sofá al punchar el celular
o cuando se sentaba en el comedor con sus libro a hacer las tareas, fue lindo
poder estar allà para abrazarla cada vez que se enojaba con sus padres, porque
estos la regañaban sin motivo alguno. En verdad; que lindo fue tenerla, y
luchar con lo nuestro a escondida, pues sus padres como los mÃos no estaban de
acuerdo con que fuéramos novios, pero aun asà le desobedecimos y 5
años de noviazgo fueron un volcán de muchas emociones, pues cuantas peleas
estúpidas tuvimos, cuantas veces estuvimos uno al frente del otro y nos
ignoramos como dos desconocido, pero, cuantas veces compartimos miradas de
complicidad, cuantas sonrisas que solo ella y yo entendÃamos…
Y ahora, todo
esto ahora solo son recuerdos, dulces y amargos recuerdos. La verdad es que a
veces solo quisiera pararme frente a ella y abrazarla tan fuerte, pero tan
fuerte que ella sintiera todo lo que siente mi corazón al verla, pero otras
veces solo quisiera tenerla allÃ, a 20 metros de distancia y hablar con ella
solo por cortesÃa si asà lo amerita la situación. Pues ella y yo, tenemos una
historia en común que siempre nos unirá y que a veces duele muy fuerte, pero
otras veces son dulces recuerdos los cuales agradeceré por haberlo vivido, pero
ahora somos desconocido y a la vez conocido que buscan estabilizar los mares de
emociones que nos embargan, pues ella sigue siendo la chica perfecta e
imperfecta que me enamoro y yo sigo siendo el mismo cabrón que miro
ante el espejo; pero aprenderemos a vivir con esta separación; pues no somos ni
los primero en romper un noviazgo, ni los últimos en separarnos; pero aun
confió en el destino, que nos dará la madurez y la felicidad que nos merecemos
al lado de quien nos la merecemos.
Pero mientras
tanto seguiré viviendo estas emociones, deseando en noches oscuras tenerla a mi
lado y sentirla muy cerca y odiándola en dÃas de locos temperamentos, queriendo
arrancarme cada uno de los pelos de la cabezas los dÃas de inconformidad y
mojando mis mejilla los dÃas de culpa y soledad, pero sé que siempre será una
mezcla de recuerdo mi dulce y amada vecina.
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