Como cada mañana me acerco con mi taza de
café al ventanal de mi alcoba a observar el paisaje, hasta que mis ojos se
posaron sobre la silueta de un hombre que me miraba desde la calle fijamente,
intente dibujar una leve sonrisa en mi rostro como gesto de saludo, pero la
idea se borro rápidamente de mi cabeza al mirar fijamente la forma extraña en
que me miraba y una sensación inexplicable recorrió mi cuerpo haciéndome
estremecer, y me aleje lo más sutil posible de la ventana, con la esperanza de
que él también se fuera del frente de mi casa, después de unos minutos y de
haber terminado mi café, volví a echar un vistazo acercándome a la ventana para
asegurarme que ese hombre espeluznante ya se había marchado, y al darme cuenta
de que ya no estaba, me sentí más relajada y fui al baño a darme una merecida
ducha, y mientras lavaba mi cabello escuche un sonido repentino y cerré la
ducha para ver si lo volvía a escuchar, pero a no sentir nada, pensé que podría
ser el ruido de algún vehículo en la calle, así que continúe enjuagando mi
cabello, y ya cuando me sentía satisfecha con mi baño, fui directamente al
lavamanos para poder observarme en el espejo mientras secaba mi cabello con el
secador, pero volví a escuchar un sonido y esta vez desde mi habitación, me acerque
a la puerta del baño para ver si veía algo, y al notar que una cortina se movía
fuertemente con la brisa me sentí mas aliviada, y continúe secando mi cabello y
puse un poco de música en mi celular para evitar que mi paranoia me siguiera
poniendo los nervios de puntas, y mientras cantaba y secaba mi cabello, el
reflejo de una persona justo detrás de mí; me sobresalto a tal punto que deje
caer mi secadora al suelo y al fijarme de que se trataba del hombre
espeluznante que me observaba horas antes tras mi ventana; tire un grito de
ayuda inmediatamente, pero con sus manos áspera tapo mi boca y yo comencé
a forcejear con él, pero era inútil, su fuerza no se podía comparar con la mía,
y cuando me quede sin fuerza, me dijo con su voz áspera que me
quedara tranquila y que no gritara, le dije que si lo haría moviendo la cabeza
y con los ojos llenos de lagrimas, pero desde que me soltó, lo empuje y salí
corriendo de la habitación, pero ya el estaba detrás de mí y me agarro por el
pelo y me dio varios golpes en la pared; mientras yo gritaba por ayuda, pero ya
después de varios golpes fui perdiendo la fuerza…
Hoy pase por su ventana como tantas veces lo
había hecho, pero esta vez fue diferente, esta vez la vi asomarse con una taza
en las manos y mis pies se congelaron frente a ella, no pude seguir caminando,
solo quería poder admirar su perfección, y creo que a ella le gusto verme, pues
es su rostro vi dibujar una suave y delicada sonrisa, una sonrisa solo para mí,
me llene de dicha al saber que ella también me correspondía con agrado, pero de
repente se alejo de la ventana y no me permitió verla más, yo me quede allí un
rato; para ver si ella volvía, pero no fue así y con mis pies cansado me senté
un rato en el jardín de su casa, esperando a que saliera para declararle lo que
siento por ella, pero en mi espera vi que ella se acerco a la ventana nuevamente
y se alejo rápidamente, pensé que seguro se sentía un poco tímida, así que yo
sería más arriesgado e iría a verla, y fui rodeado la casa para saber por dónde
iba a entrar y vi una ventana semi-abierta que me permitiría entrar, pero
estaba muy difícil de abrir y con mi fuerza termine rompiéndola, hizo un sonido
algo fuerte y espere a que ella se asomara por allí, pero no lo hizo, así que
decidí entrar y buscándola de un lado para el otro, me pareció escucharla en
una de las habitaciones, al entrar a la habitación donde estaba la ventana
donde ella me observaba, supe que era esa, que allí estaba mi dulce princesa,
pero choque con unos de sus adornos y me asuste y me escondí detrás de la
puerta, y sentí que ella se asomo desde el baño, pero no hizo nada, solo volvió
a lo que estaba y puso música, su voz y sus canciones me llevaban despacio
hasta donde estaba ella, y mi reflejo en el espejo justo al lado de ella, creo
que la sorprendió un poco, porque dejo caer su secadora y de repente comenzó a
gritar, yo me aterrorice y solo le tape la boca mientras ella seguía intentando
soltarse y yo la aferraba mas a mi cuerpo, hasta que ella se quedo tranquila,
solo le dije que no gritara y que la iba a soltar, no quería que nuestro
encuentro fuera recordado así de feo, pero al quitar mis brazos de su cuerpo
ella me empujo y comenzó a correr, yo me llenaba de frustración y de decepción
mientras corría tras de ella y la escuchaba gritar una y mil veces que le
ayudaran, pero yo solo quería estar con ella, pero mi princesa no lo entendía y
mi paciencia se comenzaba a agotar, así que la agarre del pelo sin pensarlo y
buscando que ella se tranquilizara, choque su cabeza varias veces contra la
pared, y ella poco a poco fue dejando de gritar y de luchar contra mí, pero no
pude parar hasta que me di cuenta que la pared estaba salpicada con la sangre
de mi princesa, yo me aterre y me llene de pánico y salí corriendo de ese
lugar, pues mi princesa ya no me volvería a sonreír una vez más.
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