Y ahora mirar mis manos me recuerdan a ti, no porque se parezcan, sino porque en ellas siempre sostenía tus pequeñas manos huesudas y un poco hinchada, entre caricias y jugueteos era mi forma de decir te quiero, de decir que todo estaría bien, las palabras que nunca pude pronunciar en voz alta porque las lágrimas amenazaban con salir y un nudo en la garganta se apoderaba de mi voz, no podía intentar ser neutral y optimista mirándote así, no era capaz ni de sostenerte la mirada por mucho tiempo, porque allí se vería reflejada mi angustia y mis ganas de maldecir al mundo y sus mierdas de enfermedades, así que solo te sostenía la mano, porque allí podía sentir tu calidez y allí podía ofrecerte lo que quizás otra parte de mí no podía ofrecer, quizás por miedo a perderte o por el dolor de verte allí en ese estado, pero hoy miro mis manos y me hace falta las tuyas a la cual sostener.
Lucy Pgrr
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