Mirarle era un deleite y era inevitable no
sumergirme en su esponjosa y negra cabellera, mientras caía de golpe a sus
hoyuelos que se marcaban tan deliciosamente al sonreír, pero a través de sus
espesas y largas pestañas me sujetaba para poder enmarcar sus ojos grandes y
bien redondeados y sus cejas bien pronunciadas; eran un misterio que lucía a la
perfección al arrugar el entrecejo cuando la duda de la matemática le surgía en
la cabeza y se llevaba con tanta incertidumbre aquel lapicero hasta sus labios,
dando deseo de ser aquel utensilio que podía tocar tan deliberadamente esos
carnosos labios.
Y jugaba tan bien con aquel utensilio en sus
manos que estremecía a cualquiera con tan solo pensar estar en aquel lugar,
pues sus manos indicaban calidez, pero sus brazos firmeza y ternura; y mientras
mis ojos estudiaban su cuello y como sus rizos negros como el azabache caían sutilmente sobre él, haciendo que algunos de
estos rozaran con el cuello de su camiseta, camiseta que cubría su espalda y
los lunares que ocultaba en ella, y con mi imaginación me sumergí a través de
aquella camisa de tela de algodón; que me permitía sentir la calidez de su
espalda e ir descubriendo cada milímetro de ella, pero al pasar por una brecha
de luz que localice en uno de los costados; me encontré con su pecho recubierto
de unos finos bellos que parecían ser tan suaves como los bellos que cubrían
sus brazos, y me deslice entre ellos hasta que de golpe caí en su ombligo que
amortiguo mi caída y mientras volvía a recobrar el control de la situación, mis
nervios y curiosidades fueron aumentando por saber de dónde tan cerca me
encontraba y con cuidado calcule cada movimiento a través de su ajustado
cinturón, y me sumergí poco a poco hasta que me encontré iluminada por el borde
de sus boxes que me daban la bienvenida al lugar que menos esperaba llegar y
siendo como una campista a punto de descubrir el tesoro escondido, hasta que
escuche mi nombre de repente y era el profesor de matemática que me había
alejado de la dicha de descubrirle.
Lucy Pgrr
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