Y aquí estoy una vez más, frente a la ventana donde te vi marcharte, con una copa de vino para aclarar el nudo que se hace en mi garganta cada vez que te pienso, mientras que en mi cabeza resuena una y mil veces las mismas preguntas, ¿Por qué dejaste que se marchara?, ¿Por qué no le dijiste todo lo que sentías?, ¿Por qué solo escuchaste en silencio sus palabras de dolor y frustración y no la abrazaste, ni le pediste perdón?, solo dejaste que recogiera sus maletas entre llantos y te paraste a observar la calle como si nada de esto te afectara.
Pero ahora en la soledad de estas
cuatro paredes, y la ausencia de su aroma paseándose por el lugar, solo se
percibe la melancolía de mis recuerdos y el aroma a tristeza mezclado con el
vino que ahoga mis penas, mientras se escucha una y mil veces mi voz
entrecortada pidiéndote perdón, repitiéndote que no te marches y con lágrimas
en los ojos maldiciéndome una y otra vez, mientras la voz en mi cabeza sigue
haciendo preguntas, cuestionándome ¿Por qué no te dije que te amaba?, ¿Por qué
no hable cuando debía?, ¿por qué sigo aquí solo tomando una copa tras otra y no
hago nada para buscarte?, ¿por qué es que no tengo agallas para luchar por lo
nuestro?.
Lucy Pgrr
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