Mientras las ilusiones crecen y se van convirtiendo en amor, las pequeñas dificultades pueden hacer de esta bella ilusión un camino de dolor y entre tus amigos y lo que dicen, mis amigas y lo que entienden, aquellos chismosos que recurren a dar detalles de los cuales nadie le ha preguntado y de aquellas pequeñeces que a veces haz de descubrir, todo se derrumba de repente y las esperanzas con que anoche te dormiste hoy ya están muertas, y aquella realidad que soñaste ya no tendrá final y aquellos anhelos se consumieron hasta que nada ha de quedar.
Y aunque el corazón aun siga latiendo por aquellas ilusiones que depositaste sobre todo tu ser, se recubre de la sombra de la melancolía de aquella tristeza que te hace desvanecer en el tiempo. Y hay cosas de las cuales sabes que nunca te olvidaras, como aquel día de verano; que lo colocaste en tu mente como el inicio de todo aquello que quisiste realizar, y aquella carta que dudaste todo el día para entregar y que al depositarla en aquellas manos tu pecho latió con mayor intensidad.
Porque bellos momentos ha habido, pero han sido sobre un camino de dolor, de duda y depresión en la cual solo el melancolismo es lo que tal vez si podrías encontrar, y aunque es difícil alejarse, sabes que allí no podrías pertenecer, porque aunque los sueños sigan en su mismo lugar, en este momento nublado es que están y un futuro incierto puede resultar de aquello que se anhela sin respuesta escuchar, así que solo te apartas y deseas en silencio ocultar cada detalle mientras un simple adiós le das.
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