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Solo sucedió

 

 

       Querida amiga, deja de llorar por favor y escúchame, en verdad no puedo explicarte como me deje llevar, es solo que un día como hoy; él se acerco a mí y acordamos vernos en una cafetería, y entre charlas, risas, la música de fondo y él y yo hablando del amor, se nos olvido el plan principal de nuestra reunión, es que su sonrisa me hacia torpe sin quererlo y su mirada penetrante me desnudaba el alma por completo, y mientras más seguía allí con él y sus encantos embriagadores, yo me ponía un poco más estúpida y me fui olvidando de todo, me fui olvidando de ti, me fui olvidando que él era tu ex novio y que yo estaba allí para ayudarlo a reconquistarte, pero a él también se le olvido sus planes, cuando de repente entrelazo sus manos con las mías y me permitió sentir que el temblaba tanto como yo y al sentir sus nervios; me asuste y retire mis manos y di por terminada nuestra salida, y me marche tan rápido como pude de allí.

       Pero a pasar los días, te veía allí, más animada y feliz que antes y pensé que ya te habías olvidado de él, mientras él me llenaba el celular de mensajes y llamadas, de las cuales algunas rechace y otras no pude evitar responder, es que con solo escuchar su voz al otro lado del teléfono me llenaba el estomago de maripositas, y en una salida rutinaria al supermercado; me encontré con él, quien se ofreció de ayudarme a llevar los mandados a mi casa, acepte porque sabía que allí estaba mi madre, pero cuando llegamos a la casa estábamos solos y por cortesía lo invite a sentarnos en el sofá, donde el momento se volvió perfecto de repente y entre la música de fondo, sus ojos clavado en mi y la cercanía de su cuerpo que me permitía sentir su fragancia, fue volviendo el tiempo indicado para nosotros y que estalláramos en un beso torpe que se fue volviendo cada vez más intenso, donde solo quería tenerlo allí; cada vez más cerca de mí, y con sus labios ya bajando a mi cuello, le pedí que viniéramos a mi habitación, donde nos aferrábamos el uno al otro; a nuestros cuerpos desnudos y nuestras gotas de sudor humedecía las sabanas y mis gemidos desentonaban con la música, me vi perdida y saciada en cada roce, en cada beso, en cada caricia, me sentí completa y feliz entre sus brazos, la verdad no lo planeamos, te juro que solo sucedió, no busque enamorarme de él.


Lucy Pgrr

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