Hoy pase a visitarla a su casa; después del amargo sin sabor que me dejo su compromiso, y allí estaba ella, toda feliz y reluciente; bañada de todos sus sueños cumplidos y de la certeza de saber que es completamente amada y a mi llegada; me abrazo con afecto y calidez, mientras depositaba un beso sobre mi mejilla, y su dulzura derritió mi corazón de amor, me invito a pasar y hablamos de todo entre risas y relajos sobre el sofá, hasta que me arrastro a la cocina para preparar un café, yo me senté en el desayunador, mientras la veía moverse de un lado para el otro, entre risas y charlas era inevitable no notar que su silueta se había apoderado de aquel espacio, se movía con tal delicadeza, como si estuviera bailando sobre hielo, y yo algo hipnotizado del momento; note como su sonrisa se hizo más amplia de repente y como sus ojos se iluminaron como el sol y yo todo embobado ampliaba mi sonrisa y mi corazón comenzó a saltar de la emoción; hasta que de repente una mano se posó sobre mi hombro y una voz de hombre me saludaba con afecto y me preguntaba cómo estaba; yo aclare mi garganta y salude con naturalidad; mientras que el se acercaba a mi princesa y la abrazaba con fuerza y ella le respondía de la misma forma, y con su mejillas sonrojadas deposito un beso sobre sus labios, haciéndome recordar que yo solo soy un intruso en esta casa llena de amor, y mi corazón otra vez se desplomo haciéndome volver de golpe a mi ubicación, a la del mejor amigo de la chica que amo.
Lucy Pgrr
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