Traductor

Aquello que nunca se dice

Él:  Hoy salí con ella, y fue como siempre, entre risas, comidas y bromas; y como de costumbre allí estaba mi corazón; sintiendo de más, deseando acercarla a mí y besarla apasionadamente como tantas veces lo he hecho en mis sueños, para luego con el Jesús en la boca; confesarle mi amor, declararle que no supe ni como, ni cuando ella se convirtió en la niña de mis sueños, en la chica que quería proteger y amar cada día, pero mientras mis pensamientos vagaban y sus manos se deslizaban una vez más por mi mejilla, haciendo estremecer mi piel, mis ojos se enfocaron agresivamente sobre su sortija de compromiso y sus ojos se clavaron curiosamente sobre los míos, ninguno de los dos pronunciamos palabra alguna, pero mi rostro demostró sutilmente lo frío y helado que se sintió de repente mi corazón, y no sé; si ella también sintió mi amargura, pero solo tomo mi mano como siempre y con sus manos frías y pequeñas comenzó a juguetear con mis dedos, yo solo cerré mis ojos y me dispuse a sentir su contacto, mientras evitaba que unas lagrimas se deslizaran por mi mejilla.

Ella: Hoy almorzamos juntos, y fue tan lindo poder juguetear y reír como antes, hasta que de repente sentí como su mirada se poso sobre mi anillo de compromiso y una ráfaga de tristeza se apodero de él, yo sentí miedo de preguntar y solo tome sus manos y empecé a juguetear con ellas como tantas veces lo hacía, mientras intentaba controlar el volcán de palpitaciones que se apoderaron de mi pecho y los pensamientos volátiles que pasaban por mi cabeza como millones de imágenes de películas, pero a mi contacto el solo cerro sus ojos y me impidió nuevamente ser partícipe de sus emociones, y como otras tantas veces, nuestra historia sigue siendo: todo aquello que nunca se dice.

 

Lucy Pgrr

Publicar un comentario

0 Comentarios